Si
hace unos meses dedicábamos uno de los artículos a la silla Thonet, uno de los
primeros muebles de diseño industrial que utilizó la rejilla vegetal de Valencia
para el asiento, hoy queremos hablar de
otro de los iconos del diseño de mobiliario del siglo XX como es la
archiconocida silla Cesca, diseñada en 1928 por el húngaro Marcel Breuer
combinando materiales tan dispares como el acero y el ratán.
Marcel Breuer fue responsable del taller de muebles de la Bauhaus de Weimar,
Alemania, una de las más prestigiosas escuelas de diseño del mundo en el
periodo comprendido entre las dos guerras mundiales. En su momento, la Bauhaus sentó
las bases de dos disciplinas que, hasta entonces no existían: El diseño gráfico
y el industrial.
La silla B32, que este fue el nombre original con el que salió de la Bauhaus,
en lugar de las tradicionales patas de cualquier silla se sustentaba sobre una
estructura voladiza de acero con asiento y respaldo de madera y rejilla vegetal de Valencia. Además de
la combinación de materiales, la nueva silla de Brehuer aportaba ligereza
visual siendo una de las sillas más cómodas que hasta entonces nunca se habían
diseñado.
Algunos años más tarde la silla fue rebautizada como Cesca en honor de la hija
del diseñador, ya cuando este tipo de sillas estaban presentes en todo tipo de
ambientes tanto domésticos como profesionales. La silla Cescu está considerada
un icono del diseño y debe tener algo muy especial para que, casi noventa años
después de su creación, siga siendo considerada un mueble ideal para un
ambiente moderno.
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